A lo largo de dos sesiones durante el mes de mayo, un grupo de 42 profesores de los distintos años y programas académicos de la Universidad de las Hespérides se dio cita en Zoom para aprender a diseñar su curso hacia atrás (“backward design”).
El “backward design” es un proceso de diseño de curso que le da la vuelta por completo al enfoque tradicional, centrado en el profesor, y pasa a colocar al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje. De esta manera, el profesor se hace tres preguntas consecutivas, en este orden:
- ¿Qué quiero que mis alumnos sepan hacer al terminar el curso?
- ¿Cómo demostrarán su maestría en la materia?
- ¿Qué experiencias de aprendizaje les permitirán lograr los objetivos definidos?
El diseño, así, comienza con el fin en mente y, a partir de ahí, se alinea toda la instrucción, se alinea toda la instrucción. “El taller me ayudó a centrarme en el proceso ‘al revés’ como una forma de optimizar la elaboración del programa y de entenderlo desde el punto de vista del alumno”, comentó uno de los participantes. “Me ayudó a consolidar cosas que ya sabía y me aportó nuevas ideas que me permitirán, sin duda, mejorar las clases que doy a mis alumnos”, fue la reflexión de otro profesor.
Los profesores aprendieron de forma activa, porque pusieron en práctica la teoría y la aplicaron a su propio curso, en colaboración con los demás. Aun estando físicamente repartidos por el mundo (España, Colombia, Argentina, Estados Unidos, Bélgica, Francia y Guatemala), se pudo sentir la cercanía y las ganas de apoyarse mutuamente y de aprender los unos de los otros.
Este taller forma parte de un programa de formación continua de la Universidad de las Hespérides con el que la institución y su profesorado buscan reforzar las metodologías de aprendizaje activo y colaborativo.